El Dolmen de las Arnillas
Sedano, dolmen de las Arnillas
En los albores de la civilización, el viejo continente se cubrió de túmulos en los que nuestros antepasados enterraron a sus más insignes difuntos. Mucho tiempo después, cuando su función funeraria y ritual había sido olvidada, estos lugares darían origen a todo tipo de leyendas y misterios, como auténticos portales hacia a un mundo paralelo y sobrenatural.

Grettir rompió y abrió la tumba, trabajando con toda su fuerza y no parando hasta que hubo llegado al trabajo de madera. Cuando el día ya había pasado, Audun le imploró que no bajara, pero Grettir lo ignoró, amarrándose una cuerda, diciendo que él descubriría quien moraba allá abajo. Después descendió al túmulo. Estaba muy oscuro y el hedor era insoportable. Comenzó a explorar  y descubrió los huesos de un caballo. Entonces golpeó una especie de trono donde lo que quedaba de un hombre estaba sentado. Había muchos tesoros: Oro por doquier, y un ataúd lleno de plata a sus pies. Grettir tomo todo el tesoro y comenzó a subir por la cuerda, pero cuando iba en camino se sintió aferrado por una poderosa mano…
Saga islandesa de Grettir el Fuerte, S.XIII

Desde la antigüedad, los encuentros con aparecidos o con seres feéricos como los que relata la literatura tradicional, parecen querer darse en lugares como este, apartados del tiempo y del mundo. Son lugares ‘límite’, que antiguamente se tenían por frontera entre nuestro mundo y el otro paralelo. Podía tratarse de un cruce de caminos, o bien del lindero de un bosque, de la orilla de un lago, o incluso el momento mismo de la media noche se podía considerar un ‘momento límite’. En cierto momento o lugar, la barrera que separaba los mundos era más delgada, y las posibilidades del encuentro o la revelación se multiplicaban. Los túmulos, esas misteriosas montañas-tumba, fueron uno de los lugares favoritos para tales sucesos.

En las culturas del Báltico, los túmulos estaban protegidos por los Draugr, los difuntos enterrados en ellos. En Irlanda, la Gente Pequeña o Tuatha Dé Danann solía aparecerse en las proximidades de túmulos y dólmenes, y era preferible evitarlos a toda costa. Escenarios de leyendas y origen de no pocos miedos y supersticiones, en nuestro territorio tenemos magníficos ejemplos de estructuras tumularias. El más impresionante de ellos es sin duda el Dolmen de las Arnillas, cerca de la población de Sedano, al norte de Burgos, y su visita es un auténtico viaje al más allá... ¡Aunque sólo sea por lo lejos que está de cualquier rastro de civilización!

Sedano

Iglesia de Santa MAría de Sedano

Este apacible pueblo, escondido entre los páramos del norte de Burgos, es el punto de partida para nuesta excursión hacia el Dolmen de las Arnillas. Hablar de Sedano es hablar del gran escritor Miguel Delibes, ya que este era su lugar favorito de descanso, inspiración y creación, como también lo es para su hijo Germán Delibes, arqueólogo y prehistoriador de referencia internacional cuyo trabajo es fundamental en el estudio de los dólmenes y vestigios prehistóricos de la zona.

Desde aquí comenzamos este pequeño viaje a los tiempos remotos del Neolítico. Se trata de una ruta a pie de 7 km (sólo ida) hasta el dolmen que, si disponemos de tiempo, puede extenderse a 20 km en una ruta circular en la que podemos ver otros pueblos de la zona como Moradillo de Sedano o Quintanaloma.

En lo alto del pueblo se encuentra la majestuosa iglesia de Santa María. Su factura gótica, los añadidos renacentistas en la portada y su ubicación privilegiada en este lugar tan panorámico la convierten en un enclave digno de visitar por sí solo.

Frente a la iglesia, en el mismo camino hacia el dolmen, aún se pueden ver los restos de la Necrópolis medieval de Sedano, en un espolón rocoso llamado El Castro. Se pueden apreciar varios de los enterramientos, pero hay hasta otros 17 algo más escondidos en la linea de proyección con la iglesia.

Ascenso hacia al dolmen

La comarca de La Lora, en el noreste de Burgos, es una altiplanicie regida por un clima frío y riguroso que impone su huella en una vegetación escasa, creando un paisaje monótono y característico. A través de este escenario y en continuo ascenso nos vamos alejando del cauce fluvial del rio, por un camino que nos lleva montaña arriba hasta distinguir la forma característica del túmulo en la distancia. Aislado en una cima lejana y rodeado de páramos desnudos, el dolmen de las Arnillas semeja una colina artificial que deja su impronta en el paisaje, y es visible a gran distancia. Llama la atención su emplazamiento, en un paisaje remoto y lejos de la red fluvial que abastece de agua a los pueblos de la zona. Curiosamente casi todos los megalitos que hay en la zona se sitúan a la misma altura (entre 900 y 1100 metros de altitud).

Ídolo oculado neolítico

El dolmen de las Arnillas reviste la forma de un gran sepulcro de corredor. Enterrado a lo largo del angosto pasillo de entrada y en la cámara central se descubrió un gran osario colectivo, de unos 50 individuos, la mayoría varones y con un grupo de 13 calaveras separadas que sugieren un posible culto al cráneo. Al amanecer, los rayos del sol naciente, con una función que hoy se nos escapa, atravesaban el angosto pasillo de entrada e iluminaban la cámara central, perfectamente orientada al este. Esta cámara, este recinto sagrado en las entrañas del túmulo, consiste en un círculo de grandes bloques de caliza sin desbastar, que en su día pudo tener una cubierta de madera y ramajes, hoy perdida.

Los megalitos son las primeras obras arquitectónicas de la humanidad y tenían una función funeraria y ritual, como atestiguan los restos (ofrendas) hallados en el dolmen de las Arnillas: espátulas de hueso, puntas de flecha, hachas pulimentadas, etc.

Pero hay otros elementos más extraños e inquietantes: la aplicación de ocres a los cadáveres, puntos de fuego en las cámaras, concentraciones de cráneos, trepanaciones o incluso un puñal realizado a partir de un fémur humano. Todos ellos debían tener su propio significado en el marco de un ritual que hoy apenas podemos comprender.

El propio túmulo que rodea la estructura central dista mucho de ser una montaña de escombros, sino que realizado de manera meditada y con una estructura compleja. Fue levantado en el periodo neolítico, siendo fechado en unos 4.575 años y usado hasta 1.000 años después. Es difícil de consatar pero en los alrededores del túmulo hay muchos restos de muros, estructuras y piedras talladas de manera artificial que sugieren una presencia humana desde tiempo inmemorial.

Con este trasfondo oscuro y misterioso, tan vinculado al mundo funerario y al más allá, no sorprende que los túmulos hayan sido desde siempre lugar de encuentros con lo inesperado. En Irlanda tenemos por ejemplo a la temible figura de la Banshee (un tipo de hada cuyo lamento anunciaba la muerte), cuyo nombre gaélico significa literalmente ‘la mujer de los túmulos’. Pocos escenarios son tan propicios para estas leyendas como el Dolmen de las Arnillas.

Arte neolítico y románico en ruta

Tímpano de Moradillo de SedanoAunque el Dolmen de las Arnillas es el más imponente, en esta zona es posible visitar otros conjuntos megalíticos como El Moreco en Huidobro, La Cotorrita en Porquera de Butrón, Valdemuriel en Tubilla del Agua y La Cabaña en Sargentes de La Lora, todos ellos estudiados por Germán Delibes en su Itinerario Arqueológico de los dólmenes de Sedano, una magnífica guía para redescubrir estos impresionantes vestigios olvidades.

Por si esto fuera poco, el valle de sedano atesora impresionantes obras de arte románico como las iglesias de Moradillo, Gredilla, Tubilla del Agua o la aldea abandonada de Huidobro. En conjunto forman un auténtico itinerario románico saturado de una iconografía excepcionalmente expresiva y única.

El ‘culto al cráneo’

Culto al cráneo, enterramiento neolítico

Las 13 calaveras encontradas por separado bajo el dolmen de las Arnillas apuntan a una muestra de culto al cráneo. Desde el amanecer de la historia, el ser humano ha considerado a la cabeza como sede del alma, la fuerza y el conocimiento, y junto con el culto a los muertos, los rituales de conservación de los cráneos se constatan desde tiempo inmemorial en diferentes culturas por todo el orbe. El culto al cráneo, que invariablemente consiste en la conservación de las cabezas de los antepasados (y en ocasiones de los enemigos) se relaciona con la creencia de que a través de éste, el poseedor puede recibir poderes sobrenaturales. No en pocas ocasiones a lo largo de la historia los cráneos de los enemigos se han utilizado como trofeos con los que infundir temor en el enemigo o incluso «marcar» o proteger los asentamientos (como es el caso de las calaveras de Ullastret, en Girona). Se pueden constatar estos hechos desde los celtas europeos hasta los shuar en la Amazonía (y su técnica de reducir cabezas). De hecho, algunas leyendas célticas cuentan que los guerreros que habían sido objeto de una maldición o enfermedad, podrían recuperar la fuerza perdida si bebían del cráneo decapitado de Conall Cernach (uno de los héroes del Ciclo del Ulster de la mitología Irlandesa).

Estas y otras inquietudes funerarias llegarían a su punto máximo con la edificación de las grandes estructuras de piedra que llamamos megalitos (menhires, dólmenes, túmulos o alineaciones de piedras como Stonehenge) y aunque su origen y significado aún no han sido satisfactoriamente explicados, constituyen nada menos que la primera arquitectura construida por la mano del hombre.


© Texto y fotografías por Alberto Guerra e Iván Delso.

Ruta circular: Desde Sedano pasando por el Dolmen de Arnillas y los pueblos Quintanaloma y Moradillo de Sedano

DATOS DE INTERÉS

mapa sedano Dónde: Sedano se sitúa en el norte de la provincia de Burgos, en la carretera BU-514. Se puede llegar a través de la N-623, tomándola desde el norte por la A-8 o desde el sur por la ciudad de Burgos. Desde allí parte la ruta que nos llevará hasta el dolmen.

 Qué ver: Sedano fue lugar de retiro e inspiración para el escritor Miguel Delibes. En este municipio podrás visitar el Centro de Interpretación Miguel Delibes. También recomendamos como indicamos en la ruta propuesta, pasar por Moradillo de Sedano y visitar la iglesia románica de San Esteban. Además en el ayuntamiento de Sedano se encuentra El Aula Arqueológica, lugar ideal para comprender el fenómeno megalítico de la comarca. En general todo el Valle de Sedano rebosa de lugares pintorescos que vale la pena visitar.

 Links y bibliografía: 
Itinerario arqueológico de los dólmenes de Sedano (Burgos): tp.revistas.csic.es/index.php/tp/article/download/250/250

Miranda Jane Green, Mitos celtas. Ed. Akal, 1995.

Sobre la conversión de huesos humanos en la prehistoria:
dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/625288.pdf 
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