Es uno de esos enclaves (ya sea antiguo o contemporáneo) donde autores desconocidos han abandonado sus obras a las mareas del tiempo, a veces con un motivo que tan sólo ellos conocen, transformando el espacio natural en un lugar insólito y sorprendente. Lugares como este podrían ocupar un lugar en esa especie de catálogo extravagante que podríamos titular como «La España Insólita», en el que quizás habría que incluir otras curiosidades como Cívica, Los Ojos de Ambite, la Catedral de Don Justo, el Pasatiempo de Betanzos, etc. Son lugares en los que…
…La sal de otra realidad salpica la superficie de nuestra península con las manchas de un universo extraño, incomprensible y más inquietante cuanto más logramos adentrarnos en su esencia.
Juan G. Atienza. Guía de La España Mágica.
Cómo llegar
Para llegar a la Ruta de las Caras partimos de Buendía, un pueblo pintoresco de la Alcarria conquense, que mantiene restos de edificaciones medievales como la muralla de la fortificación del Conde de Buendía (Siglo XV), o la iglesia de la Asunción (Siglos XV y XVI) de estilo renacentista, situada en la misma plaza del Ayuntamiento.
Como curiosidad, aunque no confirmada históricamente, los vecinos de Buendía comentan que antiguamente el pueblo se llamaba Fuensauco, y que, en las batallas entre moros y cristianos, hubo un capitán que rezó a la Virgen para alzarse con la victoria, y así fue. Entonces, el capitán, dando las gracias a la Virgen dijo a sus soldados «Buen día hemos echado hoy…», desde ese momento Fuensauco cambió el nombre a Buendía.
Desde el pueblo de Buendía nos dirigimos siempre hacia el norte, a coche o a pie, preferiblemente desde el cementerio (o camino del Convento). En todo caso la señalización es bastante correcta, aproximadamente a 1km hacia el norte encontraremos cruces de caminos con las primeras indicaciones. En unos 3 kilómetros más llegaremos al inicio de la Ruta de las Caras.
Las Caras de Buendía
A través de los largos y sinuosos caminos de la Alcarria llegamos a este bosque de pinares ribereños y promontorios rocosos, frente a las aguas del embalse de Buendía, de un intenso color turquesa en los días soleados. Atravesamos un pórtico, y una estrecha senda parece transportarnos más allá del mundo real, adentrándonos en un paraje místico e insólito. Pronto comienzan a aparecer, aquí y allá, tallados en los rincones más sorprendentes, toda suerte de rostros, símbolos y figuras que parecen salir a nuestro paso, atravesándonos con su mirada pétrea. Su historia comienza en 1992, a cargo de los escultores Jorge Juan Maldonado y Eulogio Reguillo, pero se sumaría la mano de nuevos artistas en otros grupos de esculturas más alejados, como acudidos espontáneamente a la llamada enigmática de las Caras. En este escenario agreste lleno de sorpresas, la tarea del visitante es encontrar cada símbolo, cada forma, en los lugares en los que los artistas desean que nos detengamos. Son apenas 2 km de apacible senderismo, ideal para un día tranquilo o en familia, con las aguas el embalse al fondo, y ante la singular fuerza de Las Caras, cuya mirada no deja indiferente a nadie…
El Duende Negro
Una de las figuras más oscuras surge de la oscuridad, con un semblante lleno de concentración, parece un espíritu surgido de las entrañas de la tierra
Buda Maitreya y Arjuna
Imaginería mística oriental, en la forma del Buda futuro por venir (Maitreya), y el guerrero Arjuna, uno de los héroes del poema épico hindú Mahabharata
La Espiral del Brujo
La espiral, un símbolo ancestral y arquetipo inconsciente en culturas de medio mundo, emana de la cabeza de un brujo, o tal vez de un alquimista, que libera su mente hacia una profundidad infinita
Chamán
Enlace entre los mundos, este rostro enigmático observa por encima de nuestro hombro las aguas azules del embalse.
De Muerte
La calavera, de espaldas a las aguas, parece mirar desafiante al sol naciente, símbolo del nuevo día por llegar
Más allá de Las Caras
Pero la visita no termina aquí. Más sorpresas nos aguardan si nos alejamos un poco de la ruta de las caras. Si nos fijamos en el mapa que hay junto a la entrada del conjunto veremos que podemos encontrar, a orillas del embalse, tumbas antropomórficas talladas en la roca arenisca, restos de alguna antigua necrópolis cercana a algún núcleo de población perdido tal vez bajo las aguas. Son de época medieval (visigodo, Ss.V-VIII), y realizadas por tanto mucho antes de que existiera el pantano, en un lugar donde las condiciones de vida eran seguramente muy duras.
Es difícil precisar el numero de enterramientos, pero hay una decena al menos. Además de esto encontramos evidencias de eremitorios o lugares de retiro excavados en las paredes de los promontorios, incluso entre las propias caras. Añadiendo más ingredientes al enigma podemos ver numerosas rocas con hornacinas o huecos excavadas en ellas. Ante estos restos uno se pregunta, ¿qué más habrá sepultado bajo las aguas del embalse, en este Mar de Castilla?, pues sabemos que bajo sus aguas, que inundaron el cauce del río Guadiela en 1958, se encuentran el regio Balneario de La Isabela (visible en épocas de sequía), y otros pueblos sumergidos.
A este interés arqueológico añadimos la aparición de restos de otro asentamiento en la orilla este de la península, que al parecer pueden tener relación con los restos encontrados en el Yacimiento de Ercávica, situado al oeste del embalse, en el término municipal de Cañaveruelas.
Ercávica y Monsalud
Cerca de Buendía se encuentra el yacimiento romano de Ercávica, referente del turismo arqueológico y cultural en la Región, y además las imponentes ruinas del Monasterio de Monsalud.
© Texto y fotografías por Alberto Guerra e Iván Delso.
Dónde: El pueblo de Buendía está situado en el noroeste de la provincia de Cuenca. Para llegar a Buendía podemos hacerlo por las autovías A-2 o A-3. Una vez en Buendía, para llegar hasta la Ruta de las Caras, seguid las indicaciones de los carteles que se encuentran dentro del pueblo y os conducirán hasta un camino que lleva hasta la entrada de la ruta. Qué ver: Como comentamos en el artículo, recomendamos proseguir diferentes rutas aparte de la ruta de las caras, para poder disfrutar de las vistas del embalse de Buendía, la Sierra de Altomira y los restos arqueológicos como tumbas y restos de edificaciones a las orillas del embalse. Otros: En los alrededores y para completar una agradable escapada cultural por Cuenca, se puede destacar el Parque Arqueólógico de Recópolis, el Yacimiento de Ercávica, el Castillo de Anguix y el Monasterio de Monsalud.